Con el objetivo central de aumentar la competitividad del trigo argentino en términos de su calidad, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, a través de la Resolución Nº 334/2003, creó el Programa Nacional de Calidad de Trigo. Como todos sabemos, el mercado agrícola mundial enfrenta hoy un nuevo escenario de comercialización de granos donde se observan fuertes cambios en el tipo de demanda, que actúan dinámicamente sobre el mercado, en virtud de la cual a los países productores y exportadores - como la Argentina - se les plantea un gran desafío para abastecer una creciente necesidad de alimentos en el mundo, tanto en cantidad como en calidad, a un ritmo sostenible en el largo plazo y dentro de un mercado cada vez más competitivo (realidad de la que el trigo argentino no es ajena).

En el caso de nuestros trigos, estos han mantenido una asignatura pendiente para poder competir en igualdad de condiciones con sus similares de Australia, Canadá y los Estados Unidos, perdiendo de esa manera el diferencial de precios que los mercados otorgan a los trigos de calidad superior. Al mismo tiempo, nuestros trigos se enfrentan hoy con la amenaza causada por la creciente oferta mundial de trigos de bajos precios provenientes de los países de la Europa del Este.

La realidad del mercado interno tampoco es ajena a estas transformaciones, y hoy vemos como la demanda que compone el sector industrial, esta incorporando la inclusión del rubro proteína en el estándar de trigo, estableciendo bonificaciones y rebajas de acuerdo al contenido de la misma en el grano.

Por estas razones es de fundamental importancia que el sector oficial haya asumido la responsabilidad de aportar el marco legal adecuado para el ordenamiento de la cadena del trigo, acompañando los esfuerzos del sector privado y aprovechando la oportunidad para dar una clara señal a nuestros compradores externos, fundamentalmente Brasil, del compromiso asumido por el país de ordenar y adecuar nuestra producción a los requerimientos que se nos exigen.

De esta manera, con la puesta en marcha del Programa Nacional de Calidad del Trigo Argentino, el cual ha sido oportunamente consultado con el Sector Privado (productores, acopio y cooperativas, laboratorios, exportadores, industriales. etc), la Secretaría de Agricultura se propone dar impulso a una nueva etapa en la segregación de los trigos argentinos.

Esta nueva etapa en la política triguera argentina contempla dentro del Programa Nacional de Calidad de Trigo, la implementación y cumplimiento de los siguientes objetivos: aumentar la competitividad del trigo argentino en términos de su calidad, propendiendo a incrementar la calidad general del trigo argentino, mejorando su presentación, permitiendo ofrecer una amplia gama de productos de acuerdo con los requerimientos de la demanda; identificar las exigencias de calidad de la demanda externa e interna, a través de la posible provisión de trigos diferenciados para esos destinos; establecer una política de semillas que facilite la diferenciación y/o agrupación de cultivares por calidad y propósito de uso; orientar la clasificación de la mercadería hacia la obtención de productos que satisfagan las distintas calidades demandadas por los diferentes mercados y garantizar máximos niveles de seguridad en el abastecimiento de trigo argentino.