Sacheri, Raúl Eduardo


EN EL POTRERO

EN EL POTRERO (1.1.38)

Óleo sobre tela / Medidas: 80 cm x 100 cm

Bajo ese cielo enorme, unas vacas pastan mansamente contenidas entre árboles de gran altura y un alambrado sutil.

Esta es la imagen arquetípica del campo: la mansedumbre de las reses, la inmensidad de la tierra fértil y el cielo que todo lo domina.

Sacheri representa esta imagen, casi un cliché, a partir de un lenguaje plástico cercano

Las vacas, casi las protagonistas de la obra, son diminutas pero cuentan con todos los detalles necesarios para identificarlas como tales. Morros rosados, orejas peludas, la presencia de terneros y las cabezas hundidas en los pastos, toda esta detallada narrativa es la que da esa sensación de inocencia. Pero no son sólo los animales. Todo el ambiente del cuadro es percibido como una escena de una pintura naif. Los árboles, las nubes, el campo mismo. Hay veladuras y pinceladas cortas y más gestuales, pero en general es un cuadro con una composición muy clásica, y por ende, con una carga de materia mínima, delgada. Todo es contenido, mesurado, calmo, y en ello también radica su cualidad naif.

En cuanto a la composición y a la construcción del espacio, esa misma elegancia clasicista se percibe en la forma en que los elementos ocupan el campo de la obra: como dijéramos antes, el horizonte bajo, lejos de comprimir la tierra, hace crecer al cielo, y ello brinda aire a la pintura.




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